Cómo cuidar la madera de exteriores

La madera que usemos para terrazas y otros espacios de nuestros hogares, como por ejemplo si hemos decidido instalar tarima para exteriores, se debe de cuidar para que la madera se mantenga bonita y en buen estado. Os contamos todos los cuidados que necesitan para que su mantenimiento sea menos costoso y alarguéis su esperanza de vida. ¡Atentos!

 

El cuidado diario

Para el cuidado de cada día se debe de limpiar con una escoba suave. Hay que evitar los escobones de cerdas duras que se utilizan para exterior en superficies de piedra, ya que arañaran la madera y acabarán deteriorándola.

Si se mancha o se ve con mucho polvo, se puede utilizar una fregona aunque no se recomienda hacerlo con excesiva asiduidad. Una vez por semana puede ser más que suficiente.

La limpieza de la madera y la tarima para exteriores va a depender del tratamiento que esta madera tenga. Si se trata de madera barnizada se debe de fregar con agua con un poquito de vinagre o con un limpiador jabonoso específico para el tratamiento de la madera con barniz.

Para las tarimas y maderas decapadas se mezclará un vasito de sal por cada litro de agua tibia y se fregará con la mezcla. Siempre con cuidado de no empapar demasiado el suelo, sino torciendo muy bien la fregona.

En el caso de madera o tarima de exterior con tratamiento de aceite, la limpieza no se hará con fregona, sino que se limpiarán las manchas que pueda haber con un pañito mojado en producto jabonoso específico para la madera. Para los arañazos, se utilizará un aceite reparador.

 

El mantenimiento

Aunque las tarimas y las maderas de exterior son mucho más bonitas que sus sustitutos sintéticos, tienen un inconveniente y es que hay que realizar un mantenimiento periódico para que se mantengan en buen estado y conserven toda la belleza.

Todo va a depender del uso que se les dé a estas tarimas y también del clima de la zona. Los lugares en los que hay mucho sol o se producen fuertes cambios de temperatura son los sitios en los que más frecuentemente habrá que cuidar la madera.

Normalmente, estas tarima se tratan con un barniz específico que tiene protección contra los rayos UVA o con aceite tratante para la madera. Lo habitual es realizar un trabajo de mantenimiento a fondo justo cuando llega el buen tiempo aplicando estos productos e incluso lijando las zonas que puedan presentar daños, cambiando si es necesario alguna parte de la madera. Os dejamos un post en este enlace donde lo explican todo.

Si se vive en una zona con inviernos suaves en los cuales se sale al exterior, se puede realizar un mantenimiento cada tres o cuatro meses según las necesidades de cada zona, el tipo de madera y su proximidad con el mar entre otros factores que pueden hacer variar esta frecuencia.

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