Hasta hace pocos años acabar la carrera de arquitectura era sinónimo de tener un trabajo bien remunerado para el resto de la vida. Hoy, acabar la carrera es solo el principio ya que antes de poder pensar en montar un estudio de arquitectura la mayoría de profesionales se pasan un cierto tiempo extra formándose con Másters y estudios complementarios.
El resultado es que nos encontramos ante una de las generaciones más preparadas, con mayor formación y con más ideas. Y, por tanto, con la competencia más dura para poder llegar a hacerse un nombre en cualquier campo. El de la arquitectura no es ninguna excepción.
Busca equipos multidisciplinares
Hoy, los clientes son cada vez más exigentes y quieren que el estudio de arquitectura que escojan les ofrezca un servicio integral. Por eso, cada vez son más necesarios los equipos multidisciplinares que abarquen diferentes campos, como el de la ingeniería o incluso el de la decoración de interiores.
Cuando un estudio es capaz de ofrecer a sus clientes soluciones para todos sus problemas evitándoles tener que contratar a terceros para poder llevar a cabo sus trabajos, estará siendo competitivo y contará con mayor confianza por parte de los posibles clientes, que valorarán la comodidad de saber que un mismo equipo dará respuesta a cualquier cuestión que pueda surgir a lo largo del trabajo.
Por eso, es frecuente que varios profesionales se asocien para montar un estudio, algo que no solo es ventajoso a la hora de ofrecer soluciones a los clientes, también lo es a la hora de repartir los gastos, pudiendo optarse por locales mejores y con una situación más estratégica.
Diferentes tipos de trabajos o especializaciones
También es importante que el estudio de arquitectura pueda llevar a cabo diferentes tipos de trabajos. Contar con profesionales especializados en proyectos de vivienda privada y también en profesionales cuyo campo de trabajo sea principalmente el de las naves industriales o los negocios de cara al público hará posible abarcar diferentes áreas de trabajo y poder contar con una cartera de clientes mucho más amplia y variada.
No obstante, algunos estudios optan por la especialización como su tarjeta de presentación, centrándose en la realización de trabajos muy concretos. Cuanto mayor sea la especialización mayor debe de ser la calidad que se ofrece, ya que se estará acotando mucho el mercado para el cuál se puede trabajar, debiendo de ser los mejores en su campo para poder llegar a hacerse un nombre fuerte y convertirse en un estudio solvente.